lunes, 17 de febrero de 2014

Tratamiento avanzado del agua de piscina en Talasoponiente

Hoy publicamos el siguiente Post de invitado, redactado por nuestro Responsable de Mantenimiento, Marcos Fernández, acerca de cómo es tratada el agua en nuestras instalaciones.


En el siguiente artículo trataremos de explicar de manera sencilla el proceso de tratamiento del agua de las piscinas del centro de Talasoponiente.

Al ser un centro de talasoterapia, el agua proviene de la red de distribución pública y del mar cantábrico, contando con diferentes piscinas de agua dulce y agua de mar. En todas ellas existe un proceso continuo de circulación de agua, en el cual tienen lugar diferentes mecanismos para mantener este agua en las condiciones higiénico-sanitarias exigidas por la normativa.

El agua se introduce en las piscinas por bocas de impulsión distribuidas uniformemente en el fondo de la misma para garantizar una homogeneidad de parámetros evitando posibles puntos muertos.
Posteriormente la lámina superficial se desplaza hasta los rebosaderos perimetrales para ser conducida a la sala de máquinas a un depósito de compensación que permite la aportación de agua de renovación exigida por normativa.

De este depósito de compensación el agua es prefiltrada e impulsada por las bombas de circulación hacia un muestreo continúo de ciertos parámetros del agua Ph, cloro libre, cloro total y temperatura. Para luego, todo ese caudal de agua, ser tratado en filtros de arena se sílex, los cuales se limpian a contracorriente periódicamente.

Después del tratamiento descrito, y antes de ser conducido a las bocas de impulsión, el agua es nuevamente tratado con lámparas Ultravioleta para finalmente en función de los datos recogidos anteriormente, dosificar una cantidad de cloro residual o libre exigido por Normativa.


Tras explicar a grandes rasgos el camino continuo que sigue el agua de las piscinas vamos a centrarnos en el proceso de desinfección del agua, del cual depende que el agua se encuentre en las condiciones higiénico sanitarias exigidas.
Los bañistas aportan al agua materia orgánica que provoca el crecimiento de microorganismos biológicos que son nocivos para la salud. Con el proceso de desinfección se eliminan estos microorganismos para mantener el agua libre de elementos patógenos.
El proceso de desinfección más habitual en piscinas públicas es la dosificación de hipoclorito sódico, vulgarmente conocido como cloro, pero existen otros menos habituales que se utilizan en algunas piscinas como Bromo, lámparas UV, ozono, …
En BNFIT-Talaso disponemos de dosificación de cloro y lámparas UV, por lo que nos centraremos en estos procesos.
El cloro dosificado antes de entrar en contacto con la materia orgánica es técnicamente cloro libre, para posteriormente al reaccionar con la materia orgánica convertirse en cloro combinado. La suma de ambos sería el cloro total. El cloro combinado es un elemento fuertemente irritante que afecta a vías respiratorias, epidermis, ojos, etc.

En una piscina pública sin tratamiento posterior con luz UV, los parámetros serían los siguientes siempre dentro de la legislación vigente:
Cloro libre 1,2 ppm
Cloro combinado 0,6 ppm
Cloro total 1,8 ppm




El tratamiento con lámparas UV es un proceso sencillo que consiste en pasar el caudal de circulación a través una conducción, donde el agua es sometida a una radiación con diferentes longitudes de onda de luz UV con lo que se consigue una destrucción de microorganismos y de cloro combinado. Con esto se consigue (siempre dentro los parámetros normativos) conseguir los siguientes valores:
Cloro libre 0,4 ppm
Cloro combinado 0,2 ppm
Cloro total 0,6 ppm

Como podemos observar, comparando los datos aportados anteriormente, se reducen en una tercera parte la cantidad de combinados clorados existentes en el agua. Con esto se consigue una mayor calidad de agua con mejores condiciones higiénico sanitarias y una mejor calidad de aire, siendo el mayor beneficio para usuarios y trabajadores habituales de las instalaciones.


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