lunes, 20 de enero de 2014

¿Por qué un entrenador personal?

El entrenamiento personal es una modalidad de trabajo en que un profesional experto nos acompaña, asesora y ayuda a potenciar nuestro desempeño, de cara a la consecución de unos objetivos cuyo logro repercutirá positivamente en nuestro estado de ánimo y, globalmente, en nuestro bienestar.

Tradicionalmente se concebía la idea de entrenador personal como una figura exclusivamente ligada a clientes con poder económico que se ejercitaban en su hogar para lograr unos cuerpos envidiables, pero afortunadamente se ha ido desmitificando ese perfil, acercando este modo de trabajo a todas las personas que lo requieren para alcanzar múltiples y diversas metas. Éstas pueden ser de muchos tipos: ayuda en rehabilitación, prevención, mejora del rendimiento físico, estética, etc. En algunas ocasiones, este servicio se contrata para tener una motivación extra y asegurar la constancia.





El primer contacto con un entrenador sirve para que éste pueda conocer nuestra situación personal e inquietudes, y nos ayude a focalizarnos en los objetivos que deseamos conseguir. A veces, éstos pueden ser inespecíficos, y nos ayudará a subdividirlos y a  expresarlos correctamente, nos aclarará cómo podemos comenzar a afrontarlos y diseñará una progresión adecuada para recorrer este camino.

En cada sesión estará a nuestro lado para cuidar que los gestos sean técnicamente correctos y adecuados a nuestra estructura corporal, nos motivará y nos explicará qué y cómo vamos a trabajar.

Aunque parezca contrario a lo que imagina una parte de la población, el fin del entrenamiento personal es conseguir un grado de motivación y autonomía en la persona que le ayude a adquirir ciertas destrezas y que, con el tiempo, le permita ser independiente en la práctica de ejercicio físico, lo que no implica que no pueda decidir contratar de nuevo estos servicios  por otras razones:  conocer las últimas novedades, generar una dosis extra de impulso, romper la rutina o evitar el estancamiento.

De hecho, algunos entrenadores personales también contratan los servicios de otro entrenador, conscientes de que un cambio de aires y metodología puede resultar muy útil.








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